La Iglesia de San Nicolás en Leipzig
Leipzig supuso el principio del fin de la ya extinta República Democrática Alemana. En ella cada lunes se desarrollaba la Montagsdemonstrationen, una manifestación que dio el impulso necesario para la reunificación de Alemania. Y en su Iglesia de San Nicolás, desde el otoño de 1982, se reunían los contrarios al régimen para la oración por la paz. De esta manera este templo se convirtió en uno de los grandes iconos de la revolución que se produjo en 1989.
Precisamente se recuerda esta iglesia más por estos hechos que por su historia precedente. Y eso que sus orígenes hay que buscarlos a mediados del siglo XII, cuando Leipzig era conocida como la ciudad de San Nicolás. El nuevo templo, el más antiguo por tanto de Leipzig, tomó este nombre, patrón de los comerciantes, en un lugar que precisamente se dedicaba a este tipo de transacciones.
De aquella vieja iglesia de estilo románico tardío poco queda ya. La actual data del siglo XVI, y el interior fue remodelado casi por completo a finales del XVIII. De ahí que en ella se mezcla el gótico del exterior con el neoclásico del interior. A pesar de estar dedicada al protestantismo desde 1593, en ella se han llevado a cabo también oficios católicos.
A mí particularmente me gusta más el interior que el exterior en esta iglesia. Muy llamativa su decoración en mármol blanco, sus enormes columnas rosadas separando la nave central de las capillas laterales y la bella decoración de las paredes, el techo y los arcos. Además hay que rendir visita al impresionante órgano de cuatro manos, considerado según los expertos entre los mejores de su clase que se pueden ver hoy en Europa.
La mayoría de los turistas que visitan el centro histórico de Leipzig y se acercan a la Iglesia de San Nicolás lo hacen atraídos por la historia reciente. Cada lunes el párroco Christian Fuerer realizaba la que se conocía como la oración de la paz por la reunificación alemana. A medida que iban pasando los años grandes multitudes se congregaban en el templo para este acto, que dieron lugar a las grandes manifestaciones por la ciudad.
Nosotros podemos acercarnos tanto por el interés histórico como por el arquitectónico. En ambos casos merece mucho la pena.
Foto Vía Gomio
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