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Braunschweig, la ciudad del Leon

Esta ciudad de la Baja Sajonia, que fue el centro económico de Brunswick en los tiempos de la Revolución Industrial, conserva su prestigio y, orgullosa de su historia, se perfila como una ciudad en crecimiento para el comercio y los negocios, pero también con un desarrollo constante de la ciencia y la educación y con extensas y dinámicas actividades culturales.

Debe su nombre a que aquí vivió y murió Enrique el León, el más poderoso de los príncipes alemanes de su época y el único rey güelfo de la historia. Hizo erigir en la ciudad un león de bronce, su animal heráldico, en la plaza del castillo Dankwarderode en 1166, que fue primera escultura de bronce al norte de los Alpes, y también ordenó construir la Catedral de St. Blasii cerca de la estatua; el león, como desde hace siglos, sigue custodiando el castillo y representando a sus habitantes.

Alrededor de la iglesia de St. Magni se conservan unos pintorescos edificios de madera que nos hablan de los mil años de historia de la ciudad del León. Eran unos almacenes y también un sitio de descanso ya que la ciudad era un importante centro de comercio en la época medieval. El río Oker era navegable y ordenaba el tráfico de mercaderías que venía desde el sur por los ríos Aller y Weser, el comercio de Bremen y el del Mar del Norte; entre los siglos XIII y XVII fue tal su prosperidad que se convirtió en una de las ciudades más grandes de esa época.

Este poder e independencia está representado por el grupo de edificios del Altstadtmarkt (mercado de la ciudad vieja), incluido el Ayuntamiento de estilo gótico y la Gewandhaus, la casa de los poderosos comerciantes en telas.  Actualmente, el mercado medieval es un centro de la vida cultural de la ciudad.

Cuando Braunschweig se convirtió en residencia de los güelfos, entre 1753 y 1754, se ordenó la construcción del palacio que es actualmente la Biblioteca Municipal, Archivo e Instituto Cultural de la ciudad.  Este palacio fue construido entre 1833 y 1841; impresiona su fachada recientemente reconstruida, se puede visitar y nos regala una fantástica vista de la parte antigua de la ciudad.

Queda mucho en el tintero; digamos, antes de despedirnos, que aquí vivió y murió el poeta Gotthold Ephraim Lessing, el más importante de la Ilustración y uno de los más influyentes de la literatura alemana, y que aquí se encuentra una de las plantas más importantes de la fábrica Volskwagen que el año pasado cumplió setenta años.

Foto: Wiki Commons