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La antigua y moderna ciudad de Ulm

La calle Kronengasse, de la ciudad de Ulm, era en los viejos tiempos la que concentraba oficios como pescadores y talabarteros; es que Ulm, mencionada por primera vez en el año 854, fue una ciudad muy importante durante la Edad Media.

Aunque su poderío comenzó a decaer hacia el siglo XIX, siempre fue muy prestigiosa por su industria y comercio, especialmente lo relacionado con la fabricación y exportación textil, y también por su fomento a las artes, especialmente pintores y escultores que la llevaron a su máximo esplendor.  Actualmente es muy conocida por su prestigiosa Universidad, fundada en 1967, que se muestra como un modelo de cooperación entre la ciencia, la investigación y la tecnología.

La ciudad conserva las antiguas murallas de protección, pero alrededor y encima de ésta se han construido nuevas viviendas que le dan un aspecto de lo más pintoresco.  Así, pasear por Ulm se transforma en un verdadero placer pues conviven estrechas calles, plazas y fuentes medievales con imponentes construcciones modernas como el Centro Cultural, obra del arquitecto Richard Meier construido en el año 1993 y que le ha dado una nueva identidad a la ciudad, configurada por la Catedral, la Plaza y este edificio.

El recorrido por el casco antiguo es una experiencia fascinante. Las casas de madera se encuentran tan desniveladas que parece que en cualquier momento se van a caer, y las fuentes de las plazas están decoradas con diferentes motivos. Especialmente el barrio de los molineros, pescadores y talabarteros de Ulm conserva el encanto de las antiguas callejuelas que se extienden a lo largo del canal, como la Schiefes Haus del siglo XV y la pequeñísima Kussgasse, callejuela del beso, llamada así porque los techos de las casas se tocan en lo alto. Otra curiosidad es la torre de los carniceros, que tiene una inclinación de 2,05 metros respecto de la vertical.

Renglón aparte para la catedral gótica, que tardó quinientos años en terminar de construirse y cuya aguja de 161 metros es la más alta del mundo. La primera piedra fue colocada en 1377 y se terminó hacia 1890; su arco está decorado con el fresco más grande al norte de los Alpes, de 1471 y que representa el Juicio Final. Si somos capaces de subir los setecientos sesenta y ocho escalones de su torre, llegaremos a la altura máxima de 150 metros desde donde disfrutaremos de magníficas vistas de la ciudad y sus alrededores.

Foto: Picasa web