Bad Reichenhall, la ciudad de la sal

Bad Reichenhall

En esta ciudad que está cumpliendo 850 años de vida se encuentran las aguas saladas concentradas, utilizadas desde la época celta como baños termales para personas con problemas de las vías respiratorias. El agua de alta concentración salina brota de las piedras de sal que conforman las minas de sal en Berchtesgaden, que aún están en funcionamiento y se pueden visitar.

La estación termal tiene una longitud de 2 km en medio de bellos paisajes alpinos, en una franja entre la Iglesia de San Zenón y el puente de Saalach, sobre el tramo más animado de la avenida Ludwigstrasse y nos propone pasar agradables momentos combinando naturaleza, salud y cultura; es que actualmente Bad Reichenhall es uno de los destinos turísticos más populares de Baviera y el lugar donde se fabrican unas famosas sales de baño.

Los baños termales de Bad Reichenhall se han posicionado mundialmente por sus efectos terapéuticos reconocidos desde hace más de ciento cincuenta años, ya que a los efectos benéficos de las aguas suman el puro aire alpino y el clima más cálido de la región.

Lugares para visitar:

La mina de sal, un mundo oculto al que durante mucho tiempo no se permitió la entrada del público.  La visita a la mina de sal incluye una recepción en la que los expertos en el tema de la sal ofrecen una explicación a los visitantes para una mejor interpretación del recorrido. También se provee a los aventureros de vestimentas que los protegerán de los efectos de la sal y las bajas temperaturas en el interior de la mina.

El Museo de la Sal: Se exhiben documentos y maquinaria antigua como la genial bomba Reichenbach que elevaba la mezcla de agua y sal a una altura de 356 metros. Cuenta con una elegante tienda en la que se pueden adquirir sorprendentes productos de sal.

Iglesia de San Zenón: célebre iglesia románica hermana de la de Verona dedicada al mismo santo, se observa la decoración de la puerta principal; el santo se considera protector contra las inundaciones.

Lagos: El gigantesco macizo del Watzmann al oeste y el zócalo rocoso del Steirnernes Meer al sur custodian el lago Königsee, desde el cual se divisa la capilla barroca de San Bartolomé, al que se puede ascender y contemplar otras construcciones disimuladas en el bosque. El Obersee, situado en el interior del valle, al pie del Teufelshörner, donde se precipita la cascada del Röthbach.

Foto: vía Rotraud_71

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