La Ciudad Almacén de Hamburgo
Sin duda una de las mayores curiosidades de Hamburgo es la Ciudad Almacén o Speicherstadt, un gigante complejo de almacenes localizado en las cercanías del puerto de Hamburgo que cuenta con casi un siglo de historia y con la fama de saberse el segundo más grande del mundo.
Su construcción comenzó en el año 1883 con el firme objetivo de otorgar un enclave portuario a la ciudad de Hamburgo, donde recaudar aquellos productos libres de la aduana alemana, a la que desde hacía poco se había incorporado la ciudad. La idea era construir una zona específica que permitiera mantener los privilegios de los compradores de Hamburgo y almacenar aquellos bienes importados que llegaban sin portes de aduana.
El complejo se construyó siguiendo las directrices del estilo neogótico y destaca por su ladrillo rojo, sus peculiares frontones y las torrecillas que acompañan a los almacenes. Otra curiosidad es que cada uno de los recintos disponía de una salida al río, a través de los canales, y al otro lado de una salida que daba directamente a la calle. Allí, tras los rojizos muros, se guardaban todo tipo de mercancías venidas de ultramar, en especial, café, té y especias.
La edificación del complejo se paralizó en el 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial. De todo el alfabeto, los bloques correspondientes a la Y y a la Z nunca fueron construidos. Más tarde, la Segunda Guerra Mundial destrozó gran parte del conjunto que no se verá totalmente reconstruido hasta el año 1967.
En la actualidad, la superficie aprovechada en la Ciudad Almacén asciende a los 63.000 m² y alberga, entre agencias y comerciantes de alfombras, interesantes museos como el Museo de la Ciudad Almacén (Speicherstadtmuseum), el Museo Alemán de la Aduana (Deutsches Zollmuseum) o el Museo de las Especias (Gewürzmuseum).
Es, precisamente, en el Museo de la Ciudad Almacén, donde la historia de la Speicherstadt se convierte en algo real. Allí, se concede al visitante la posibilidad de retrotraerse al pasado y de revivir una importante parte de la historia de Hamburgo.
Mediante la exposición de fotografías históricas y de todo tipo de objetos de antaño, se documenta el curioso trabajo en las cadenas de almacenaje; desde la actuación de los administradores y comerciantes o la separación de los granos de café – trabajo realizado exclusivamente por las mujeres -, hasta el desconocido pero interesantísimo oficio de los gabarreros o conductores de gabarras, que eran los encargados de transportar las mercancías hasta los almacenes.
Si acude a Hamburgo no puede pasar por alto la oportunidad de remontarse a los mismo orígenes de la actividad portuaria en Europa con la visita a la Ciudad Almacén.

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