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Qué visitar en Mönchengladbach

Mönchengladbach es una ciudad del estado federal de Renania del Norte-Westfalia que se encuentra muy cerca de la frontera con los Países Bajos. Con una historia que se manifiesta directamente en su arquitectura, con edificios con más de 800 años, Mönchengladbach se perfila como un lugar estupendo para pasar unos días de descanso.

Qué ver en Mönchengladbach

Entre todos sus monumentos, destaca uno por antigüedad, la Catedral, construida durante los siglos XII y XIII. Está ubicada en la colina Abteiberg y en su interior, además de interesantes obras de orfebrería y manuscritos antiguos, destacan una tabla de runas germánicas, un sello de Alberto Magno y el mismísimo Mantel de la Última Cena, el que cubrió la mesa donde Jesús celebró el último banquete con todos sus discípulos, enmarcado en un relicario dorado y expuesto al visitante.

Uno de los edificios más destacados y conocidos es el Museo Abteiberg. Fue diseñado por el arquitecto de Viena Hans Hollein, y responde a una clara arquitectura contemporánea. Rodeado de un bello parque con esculturas, fue levantado en 1982 y dedicado al arte contemporáneo. Así, en su interior, se pueden ver obras de artistas como Joseph Beuys, Andy Warhol, Richard Serra, Simgar Polke o Heinz Marck, entre muchísimos otros, algo que lo convierte en uno de los museos alemanes más importantes dedicada a las artes plásticas de los siglos XX y XXI.

Si quieres compaginar ocio con visitas turísticas, acércate al Alter Mark, el centro de reunión de los habitantes de la ciudad. Justo aquí se encuentra Pfarrkirche St Maria Himmelfahrt, una preciosa iglesias rodeada de un sinfín de cafés de lo más animados.

Los castillos también están presentes en esta ciudad. Por ejemplo, en el Schloss Rheydt. Se trata de un palacio que aloja, desde 1875, un museo dedicado a la cultura y el arte local. Su exterior es cuanto menos destacable, gracias al precioso estilo renacentista de su fachada. Además puedes visitar el castillo Wichrath, una fortificación rodeada de agua a orillas del río Niers. En su interior, además de un museo dedicado a la ornitología, podrás degustar manjares al más puro estilo alemán en su restaurante ambientado en la época de la fortaleza. Siéntete como un auténtico señor feudal mientras pruebas algunos de los platos típicos de la región.

Para terminar el día, nada más agradable que pasear por el Jardín Bunter, un bello parque municipal repleto de especies botánicas.

Si quieres saber algo más sobre el museo, entra en:

Foto vía: www.limburg-bernd.de