Ingolstadt, para todos los gustos

Parque Klenze, Ingolstadt

Ingolstadt, en Baviera, es una ciudad orgullosa: fue la primera ciudad ducal, albergó la primera universidad y aquí se encuentran algunas de las fortificaciones más antiguas del Danubio.

Es muy fácil llegar a Ingolstadt y además es uno de los destinos preferidos por turistas de recursos escasos pero muchas ganas de viajar y conocer.   Aquí nos esperan impresionantes monumentos arquitectónicos y religiosos que guardan mil doscientos años de historia, como el singular Museo Alemán de la Historia de la Medicina, en la Antigua Facultad de Anatomía, que alberga tesoros históricos como objetos terapéuticos e  instrumentos quirúrgicos y un Jardín Botánico con plantas medicinales de todo el planeta.

El Nuevo Castillo, poblado de pulidas armaduras en sus suntuosas salas; aquí funciona el Museo de la Armada de Baviera.  La Puerta de la Cruz, símbolo medieval de Ingolstadt, y los edificios góticos de coloridas fachadas nos acercan a la Catedral de Nuestra Señora, con sus dos torres en diagonal y su colosal tejado, una de las iglesias de tres naves más grandes de Baviera.

El punto culminante de la visita a la ciudad es la cámara del tesoro en la Iglesia María de Victoria, con su impresionante fresco en el techo y la Custodia de Lepanto, la más valiosa del mundo.   El Museo de la Ciudad nos permitirá conocer su riquísima historia; el del Arte Concreto ofrece un excelente panorama sobre el arte moderno y el Museo Lechner nos acerca a la obra de este artista contemporáneo y sus esculturas de acero.

Iglesia Maria de la Victoria, Ingolstadt

A los entusiastas de la cultura les informamos que Ingolstadt ofrece espectáculos teatrales todo el año, en el Teatro de Ingolstadt, en el multifuncional estadio Saturn, el Audi Forum y en los bares y teatros de la parte antigua.  Eventos culturales destacados: conciertos de verano de AUDI AG y de la radiotelevisión bávara, el Festival de Jazz y el Festival de Magia.

Unos renglones para el Audi-Forum, setenta y siete mil metros cuadrados de transparente arquitectura, centro cultural y comercial creado por la empresa del mismo nombre; alberga el Audi Museum Mobile que muestra la historia centenaria de esta empresa automovilística  y el ascensor «Paternoster», fabricado especialmente para el museo, con sus 14 vehículos de competición, recuerdo de grandes victorias automovilísticas.

Ingolstadt es sinónimo de cerveza: aquí se decretó la ley más antigua del mundo sobre la fabricación de esta bebida incomparable.  Se recomienda saborearla junto con las especialidades locales y después visitar el Museo de la Cerveza Kuchlbauer Ingolstadt, una fábrica centenaria.

Si prefieren el contacto con la naturaleza encontrarán el parque Klenze, un oasis verde en pleno centro de la ciudad, verdadero museo al aire libre pues aquí se encuentran algunas de las estructuras fortificadas más grandes de Alemania.

Punto de partida: desde aquí podemos visitar el Altmühltal, uno de los parques naturales más grandes de Alemania, donde se encuentra el antiguo muro fronterizo de Limes, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad; la famosa Donaudurchbruch, garganta del Danubio y Hallertau con los campos de lúpulo más extensos del mundo.  También la cercana ciudad de Lenbach que alberga el Museo Europeo del Espárrago.

Fotos: SIngolstadt

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