Autos, música e historia en Eisenach

Eisenach Wartburg

Esta ciudad fundada a fines del s. XII, es uno de los símbolos del espíritu y la civilización alemanas. Aquí se inspiró Wagner para su genial ópera Tannhäuser; aquí, Lutero tradujo el Nuevo Testamento y aquí nació el genial Juan Sebastián Bach.

La ciudad histórica de Wartburg ha sido declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, y Eisenach es conocida, además, como la “Ciudad de los Automóviles”.  Precisamente uno de los lugares que conoceremos hoy es su Museo del Automóvil, que nos ilustra acerca de la historia de esta industria durante cerca de 90 años. La fabricación de autos se inició en 1896 y continuó ininterrumpidamente hasta 1991; de la planta de Eisenach salieron los primeros BMW y después de la Segunda Guerra Mundial, comenzaron a fabricarse los célebres Wartburg, joyas de la industria automovilista de la República Democrática Alemana.

El Museo del Automóvil fue fundado en 1967, en los terrenos de la antigua planta de automóviles de Eisenach (AWE). Las salas de exposición nos mostrarán no solamente el proceso de fabricación de automóviles sino una colección de objetos y documentos que nos ilustran acerca del estilo de vida en la ciudad en los últimos cien años.  Por ejemplo podremos ver desde un camión Wartburg de 1899 hasta un coche de carrera de 1956, pasando por varios modelos de BMW.

Demos un paso hacia el mundo de la música: nos espera la casa natal de Johann Sebastian Bach (1685-1750) que alberga objetos, manuscritos y retratos del compositor y su gran familia de músicos. La decoración de la época nos transportará hacia los estilos de vida del siglo XVII.  La Casa de Bach en Eisenach es el primer museo del mundo dedicado al músico y nació con la misión de introducir al público en el conocimiento de su vida y obra y para mantener viva su música.

El Museo cuenta además con una tienda de regalos con una variada selección de objetos que encantará a los amantes de la música y, en especial, a los admiradores de Johann.

No dejemos Eisenach sin visitar uno de sus lugares más emblemáticos: la Plaza del Mercado. Alrededor de ella podremos ver algunos interesantes edificios: la sede del Museo de porcelanas y cerámicas de Turingia, bello palacio de sobria fachada barroca; el Ayuntamiento, de estilo renacentista y barroco de tres plantas construidas entre los siglos XIV y XIX en cuyo cuerpo principal funcionó la antigua prisión. La iglesia de San Jorge alberga sepulcros de importantes personajes de Turingia y la Iglesia de los Predicadores, de estilo gótico primitivo, posee una bella colección de tallas de madera.

Foto: Sameli

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